No sé si alguien estará de acuerdo conmigo, pero lo que estamos viendo este año se parece poco a lo que la F1 ha sido durante más de cincuenta años. Me explicaré:
Cuando todos, excepto Ferrari y algún otro fabricante más, corrían con los mismos motores (cosworth), los diseñadores de carrocerías y los pilotos eran lo verdaderamente importante y la emoción era el principal ingrediente de las carreras. Poco a poco fueron entrando (algunos entrando y saliendo) los grandes fabricantes y estos acabaron por suministrar los motores a las pequeñas escuderías, con lo que la emoción descendió un peldaño, pues solamente los pilotos que estaban al volante de los coches pertenecientes a las escuderías grandes tenían acceso a la lucha por el campeonato. Pero, aun así, siempre había un lucha entre, al menos tres o cuatro pilotos. Equipos como Brabham, Lotus, McLaren, Ferrari, Honda, Benetton, Renault, Williams, etc., competían año tras año por el título. Más recientemente, con Schumacher al volante de un Ferrari, dio la impresión de que era el único que podía ganar, pero hemos de recordar que McLaren debió de ganar al menos uno de los campeonatos que se adjudicó Ferrari en esa época y siempre tuvo opciones, al igual que Williams, hasta el final. Más tarde apareció F. Alonso y con Renault se llevó dos títulos seguidos que no se decidieron hasta las últimas carreras, al igual que estos dos últimos años en los que todo se decidió en el último Gran Premio.
Sin embargo, este año hay un coche que vuela y los demás van a trancas y barrancas, lo que hace que el campeonato sea un aburrimiento, pues no hay emoción ninguna. Alguno dirá, y con razón, que Brawn es el mejor ingeniero de la F1. No lo discutiré, pues estoy de acuerdo. Pero, ¿es justo (legal, parece que si) que alguien se aproveche de interpretar retorcidamente un reglamento que él mismo contribuyó a crear?, mientras los demás, pensando que lo que Brawn hacía era ilegal, han perdido un año de desarrollo (por no hablar del famoso KERS).
En resumen: Button se ha encontrado con un coche muy superior al resto y gana las carreras sin despeinarse, porque no tiene competencia. Así no me gusta la F1. Es como si en el hipódromo corriera un caballo contra burros, daría igual quien lo montara, siempre ganaría.
Para más "inri" el ínclito Moxley quiere pasar a la posteridad como el individuo que convirtió la F1 en un campeonato de tercera categoría, con su locura de rebajar en un año el presupuesto a un máximo de 45 millones de euros. Harían bien los pilotos y los fabricantes en marcharse a otra parte y hacer su propia competición. A los aficionados nos gusta ver a los mejores coches y los mejores pilotos, para lo otro ya están la F3000 y la GP2. ¿las sigue alguien?.
En fin, esperemos que la emoción vuelva a los circuitos y salga de los despachos.
Feliz día, o lo que sea.
Cuando todos, excepto Ferrari y algún otro fabricante más, corrían con los mismos motores (cosworth), los diseñadores de carrocerías y los pilotos eran lo verdaderamente importante y la emoción era el principal ingrediente de las carreras. Poco a poco fueron entrando (algunos entrando y saliendo) los grandes fabricantes y estos acabaron por suministrar los motores a las pequeñas escuderías, con lo que la emoción descendió un peldaño, pues solamente los pilotos que estaban al volante de los coches pertenecientes a las escuderías grandes tenían acceso a la lucha por el campeonato. Pero, aun así, siempre había un lucha entre, al menos tres o cuatro pilotos. Equipos como Brabham, Lotus, McLaren, Ferrari, Honda, Benetton, Renault, Williams, etc., competían año tras año por el título. Más recientemente, con Schumacher al volante de un Ferrari, dio la impresión de que era el único que podía ganar, pero hemos de recordar que McLaren debió de ganar al menos uno de los campeonatos que se adjudicó Ferrari en esa época y siempre tuvo opciones, al igual que Williams, hasta el final. Más tarde apareció F. Alonso y con Renault se llevó dos títulos seguidos que no se decidieron hasta las últimas carreras, al igual que estos dos últimos años en los que todo se decidió en el último Gran Premio.
Sin embargo, este año hay un coche que vuela y los demás van a trancas y barrancas, lo que hace que el campeonato sea un aburrimiento, pues no hay emoción ninguna. Alguno dirá, y con razón, que Brawn es el mejor ingeniero de la F1. No lo discutiré, pues estoy de acuerdo. Pero, ¿es justo (legal, parece que si) que alguien se aproveche de interpretar retorcidamente un reglamento que él mismo contribuyó a crear?, mientras los demás, pensando que lo que Brawn hacía era ilegal, han perdido un año de desarrollo (por no hablar del famoso KERS).
En resumen: Button se ha encontrado con un coche muy superior al resto y gana las carreras sin despeinarse, porque no tiene competencia. Así no me gusta la F1. Es como si en el hipódromo corriera un caballo contra burros, daría igual quien lo montara, siempre ganaría.
Para más "inri" el ínclito Moxley quiere pasar a la posteridad como el individuo que convirtió la F1 en un campeonato de tercera categoría, con su locura de rebajar en un año el presupuesto a un máximo de 45 millones de euros. Harían bien los pilotos y los fabricantes en marcharse a otra parte y hacer su propia competición. A los aficionados nos gusta ver a los mejores coches y los mejores pilotos, para lo otro ya están la F3000 y la GP2. ¿las sigue alguien?.
En fin, esperemos que la emoción vuelva a los circuitos y salga de los despachos.
Feliz día, o lo que sea.
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