Mal: la suerte de Pedro de la Rosa. La verdad es que parece que le ha mirado un tuerto. Hace un buen viernes y sábado con una buena clasificación y parece que el coche responde. Llega la carrera y nada más arrancar Buemi le estropea el coche y tiene que retirarse. Me cabrea, porque Pedro es uno de los pilotos que más se merece tener un coche competitivo en la Formula Uno. Se lo ha currado desde jovencito y tiene mejor palmarés que la mayoría de los que compiten con él. Esperemos que la racha mala acabe en Mónaco.
Regular: la suerte de Alguersuari. Sin ese problema en el Pit Lane posiblemente hubiera acabado séptimo. Lo que habría supuesto su mayor éxito hasta el momento. De todas formas, buena carrera y otro puntito más para su incipiente colección.
Bien: La suerte de Fernando Alonso. Aunque hay que reconocer que él estaba allí. Si no hubiera hecho una gran carrera desde la salida, manteniendo el cuarto lugar, no se habría beneficiado de los problemas de Vettel y Hamilton. Pero, se dieron varias circunstancias que son reseñables. A saber: el tapón de Schumacher a Button en el inicio de carrera, lo que le habilitó (a Fernando) para distanciarse. La avería de Vettel que se quedó sin frenos (una lástima lo del coche de este piloto que, hoy por hoy, junto a Fernando, Hamilton y Kubica forman el poquer de ases de la F1) y la rotura de la rueda izquierda de Hamilton. Esto último puede que tenga más importancia de la que parece, pues son 20 puntos a uno de sus dos rivales para el mundial, salvo que en McLaren decidan apoyar a Button.
En fin, sabor agridulce para el fin de semana automovilístico. Esperemos que en Mónaco la suerte (buena) sea menos caprichosa y más complaciente con nuestros pilotos.
Salud.