Me dejó muy sorprendido, ayer, la noticia del fallecimiento de Andrés Montes. No voy a decir que fuera uno de mis ídolos, porque no lo era, pero sí que era un hombre que trataba de ser diferente y no caer en la vulgaridad que suelen caer a menudo muchos de sus colegas. Lo he estado escuchando desde sus comienzos en compañía de J. M. García y, repito, siempre me pareció que tenía personalidad. Quizá sus mejores años fueron los de Canal Plus donde junto a Daimiel nos acercó a todos a la NBA con su particular estilo de narración.
Descansa en paz.