Dicen que el deporte más duro es el ciclismo. Puede ser, no lo dudo. Sin embargo, leyendo la crónica de una carrera de Maratón, escrita por el propio corredor, me doy cuenta de lo duro que es enfrentarte a 42 Km. y pico en solitario con la única compañía de ese "otro yo" que se siente frustrado y cansado y que en cuanto te descuidas te manda mensajes para que lo liberes y dejes de fastidiarlo y de agotarlo. Así pues, la lucha es contigo mismo. Más mental que física, pues si llega el agotamiento mental, el físico se derrumba y ya no hay nada que hacer. Obviamente un buen entrenamiento del cuerpo es totalmente necesario, pero si no eres lo suficientemente inteligente como para impedir que el cansancio anule tu espíritu, para no entrar en ese círculo vicioso: "el cansancio me nubla la mente, la mente nublada me agota más físicamente", estás perdido.
Al final, la fuerza mental, la determinación es la que diferencia a unos de otros, a los buenos de los mediocres. Al fin y al cabo todo el mundo puede entrenar y conseguir que el físico funcione, pero no todos pueden hacer que sea "la inteligencia" la que corra (ordene a las piernas que lo hagan en la medida correcta). Hay quien a eso lo llama "talento" y yo estoy de acuerdo. Dándole la vuelta a la famosa frase: Cuerpo sano en mente sana.
Mi admiración a todos (todos) los que son capaces de aguantar ese sufrimiento y transformarlo en "felicidad".
Por vosotros.