Parece que con la primavera nos ha llegado la explosión, otra más, de Leonel Messi. Me da la sensación de que es él personalmente el que quiere cerrar de una vez por todas el debate sobre quien es hoy el mejor y más desequilibrante jugador de fútbol.
He visto jugar a los llamados cuatro grandes de éste deporte: Di Stéfano, Pelé, Cruyf y Maradona. Del primero son recuerdos de mi niñez, por lo que son un poco confusos. Pero a los otros los tengo más presentes y cercanos.
Estilos diferentes. Di Stéfano y Cruyf incansables, jugadores todoterreno que defendían, construían y remataban, además de poseer una técnica depurada y un espíritu indomable. Pelé que, a veces, parecía jugar a cámara lenta era capaz de inventar un regate, un pase o un remate en sólo unas milésimas de segundo para desesperación de los equipos contrarios. Nadie tan estético y grande como él. Maradona tenía una técnica increíble y una capacidad de ver y hacer un segundo y medio antes que los defensas la jugada más conveniente para él o para su equipo. ¿Cual de ellos es el mejor?. Supongo que irá en gustos. Sin embargo, creo que el debate está a punto de acabar. ¿Por qué?. Porque ha llegado Messi. Es fulgurante y sublime, no se adorna innecesariamente, tiene la visión de Pelé o Di Stéfano, la capacidad de trabajo de Cruyf y el regate de Maradona, pero más rápido y con el balón más pegado al pie. Dribla (amaga) en corto o en largo, con el pie o con el cuerpo. Regatea en un palmo y dispara con la puntería y el estilo de Romario. ¿Alguien da más?.
Por si esto fuera poco, solamente tiene 22 años. Creo sinceramente que estamos ante el que va a ser el mejor jugador de la historia. Ah... y ni una palabra más alta que otra o un mal gesto. Como dijo Eusebio (casi, casi tan magnífico como los mencionados): "Solamente se es grande cuando se es humilde y se respeta al rival".
Lo dicho, lo tiene todo. Que ustedes lo disfruten.