Pues sí, así se juega una final. No voy a desdecirme de ninguna de las palabras escritas en otras entradas anteriores, pues sigo pensando que los problemas en el inicio del campeonato se debieron al Sr. Escariolo (Scariolo). Creo, además, que la famosa frase de Marc Gasol dicha en caliente y con el enfado de la derrota recien cosechada, fue determinante para que los jugadores y el entrenador se pusieran de acuerdo en la forma en la que el equipo debía de jugar y, sobre todo, se establecieron las jerarquías (algo muy importante). A partir de ahí, cambio radical. Se defiende, se presiona, se corre, se improvisa cuando hay que hacerlo y, en definitiva, los jugadores se sienten más cómodos y el juego resultante es más atrevido y mucho más divertido para los jugadores. A veces, verle las orejas al lobo resulta de lo más motivador. Por lo tanto, el único mérito que atribuyo al entrenador es el de haber rectificado a tiempo y no es un mérito pequeño, pues he conocido entrenadores que son incapaces de darse cuenta de lo evidente. Así pues a dios lo que es de dios y al César lo que es del César.
Del partido no hay mucho que comentar. Acabó antes del descanso, pues España se mostró como una apisonadora que dejó completamente plana a la jovencísima Serbia (decía el otro día que cuidado con éste equipo que puede marcar una época y hoy me reafirmo totalmente).
Pau Gasol MVP y dominando casi todas las clasificaciones. Magníficos Raúl y Rudy y muy bien todos los demás.
Enhorabuena a todos y ¡gracias! por hacernos disfrutar, quizá más que otras veces como compensación al sufrimiento inicial.
Un saludo.
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