"Nadie me ha dicho en Memphis que esté en venta. A mí me preocupan más otras cosas". "Debe ser la moda o el impuesto que pagan todos los jugadores buenos en la NBA. Cada jugador que destaca es apetecido por muchos equipos y, automáticamente, entra en la rueda de los rumores, que nunca para. Es una situación que está ahí y que, por desgracia, he aprendido a vivir con ella. Intento ni reparar en lo que dice la Prensa porque lo único tangible es que no tengo ningún control sobre lo que se dice de mí, si un equipo me quiere fichar o no. Intento controlar lo que pasa en mi equipo, centrarme en el trabajo diario, en intentar ganar partidos y nada más, que bastante tengo".
Esas son sus palabras y como así lo ha dicho, así lo escribo.
Seguro que la próxima temporada lo vemos en Chicago.
Por otro lado, y por fin, Los Blazers ganan dos partidos seguidos. Sergio jugó 9 minutos en los que repartió 5 asistencias y anotó 4 puntos.
Agur.
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