Me gustan los deportes, especialmente el baloncesto (fui entrenador durante más de diez años) y he sido siempre seguidor de los deportes de motor. He creado este blog para comentar mis impresiones sobre algunos de estos deportes sin otro ánimo que el de dar mi opinión. Eso si, siempre con buen humor.
martes, 20 de noviembre de 2007
¿Es serio esto?
La FIA ha desestimado el recurso de McLaren, al parecer, por un defecto de forma. Según el reglamento, para que el resultado de una carrera pueda cambiarse, la reclamación debe de hacerse dentro de los treinta (30) minutos siguientes al termino de la misma (se da por terminada la carrera cuando se hace oficial el resultado).
Bien, si los "caros" abogados del Sr. Dennis sabían esto, también deberían saber que su reclamación no llegaría a ningún sitio. ¿Qué se ha querido conseguir con este lío?. Fácil respuesta: desviar la atención del monumental fracaso cosechado por la escudería en las últimas carreras y que le costó el título de pilotos. Además, y por si eso fuera poco, denuncian por espionaje a Renault tratando (¿quizás?) de retrasar un posible pase de Alonso a esta escudería y de enfangar un poco más, si eso fuera posible, el raro ambiente en el que se ha desarrollado la competición el último año.
Parece ser que la inexorable ley de Murphy se ha cebado en McLaren, aunque, visto lo visto, se han ganado a pulso cada uno de los reveses sufridos.
Creo sinceramente que hay demasiados intereses extradeportivos en la F1 actual y cuando el dinero es el protagonista principal, pues eso, pasan cosas así.
Llevo siguiendo este deporte desde hace más de treinta años y la verdad es que cualquier parecido de esta F1 con la que conocí al principio es pura casualidad. Todos los años hay cambios en todos los equipos y los mecánicos, ingenieros, diseñadores, pilotos, etc., pasan de unos a otros y, obviamente, aplican en sus nuevos trabajos los conocimientos adquiridos. Si un trabajador cambia de empresa ¿sería lícito demandarlo por hacer bien su trabajo, alegando que esos conocimientos los adquirió en su anterior empresa?. Por esa regla de tres, las Universidades del mundo deberían hacer reclamaciones multimillonarias a las empresas, pues ellas fueron las que formaron y enseñaron a sus ejecutivos.
Lo dicho: una porquería.
Hasta más ver.
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