Llevo más de un año oyendo, leyendo y viendo, como se glorifica al entrenador del Barça Pep Guardiola. Y, por supuesto, soy uno de los que se suma a esos elogios, pues es muy difícil conseguir lo que él ha conseguido en su primer año como entrenador de élite. Ahora bien, lo mismo que se resaltan las virtudes, debería hacerse también con los defectos.
Viene esto a cuento, porque hay una cosa que llevo, también, más un año intentando desentrañar y no lo consigo. El Barça tiene a un jugador que ya ha demostrado con creces que es un fenómeno: Bojan Krkic. Pues bien, parece ser que a Guardiola no le agrada la manera de jugar del chico y desde que llegó al banquillo lo tiene medio apartado. Entendería que hiciera esto con un chico recién subido del filial y al que hubiera que ir dosificando poco a poco. Pero, Bojan lleva tres temporadas con la primera plantilla, ha jugado 100 partidos oficiales, ha marcado goles de todos los colores y recuerdo que hace dos temporadas fue él el que se echó el equipo a las espaldas en más de una ocasión, demostrando una madurez y una capacidad impropia de un chico de 17 años. Hubiera podido ir a jugar el Europeo con la selección y, de hecho, fue convocado posteriormente. Sin embargo, en los últimos 14 o 15 meses ha perdido todo protagonismo en el Barça y eso le ha condenado a no volver a ir convocado con la selección española, incluso se ha perdido la última convocatoria de la sub 21.
Aquí hay algo que no me huele bien. Ayer en San Mamés el Barça no tenía delanteros y se quedó en el banquillo, sólo salió al campo cuando Messi se lesionó. Le rogaría al Sr. Guardiola que ya que él no lo utiliza que lo ceda o traspase a un club en el que pueda jugar lo que se merece. Claro que, a lo mejor, se consagraría como uno de los mayores talentos del mundo en su puesto (creo que no admite comparación con Benzemá, por ejemplo) y eso dejaría con las "bolas al aire" al, por otro lado, admiradísimo Josep Guardiola.
El empate de ayer me dejó contento. Mi equipo no perdió y el Barça no salió excesivamente perjudicado.
Aupa Athletic.
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